Cuando conversas con Dexter para planificarle sus entrenamientos y competiciones puedes percibir la gran energía de esta mujer estadounidense que lleva toda una Vida superando retos por todo el mundo. De ella aprendes cada día cuando preparas y analizas sus sesiones: leer sus comentarios y toda la ilusión que pone en cada entrenamiento es una riqueza.
Su fuerza y determinación hacen posible que siga siendo la referencia del estado de Idaho, concretamente del lugar en el que ahora reside: Coeur d’Alene, una bonita zona adornada por grandes bosques con árboles gigantescos y lagos que dibujan paisajes montañosos dignos de ser fotografiados.
Cuando la semana pasada se acercaba la fecha del IRONMAN 70.3 de su ciudad, la televisión le pidió una entrevista para dar a conocer su historia. El periodista que la iba a hacer el reportaje le confesó: “Dexter, el año pasado estuve cubriendo también esta competición y al verla a usted competir me inspiró y gracias a ello me propuse hacer algún día un triatlón. Y ese día ha llegado: el domingo 24-junio compartiré la línea de salida con usted. Gracias por cambiar mi vida”. Dexter dijo sonriente: “qué maravilloso y pequeño mundo”.
Pero los comienzos nada tuvieron que ver con el triatlón. Es más, este deporte todavía ni siquiera se había inventado cuando ella ya recorría su ciudad natal: Los Ángeles, California. Allí sus padres tenían un establo y Dexter creció aprendiendo a querer a los caballos. De esa forma unió su innato espíritu competitivo a su animal preferido y comenzó a competir en pruebas de entre 50 y 100 millas (entre 80 y 160 kilómetros) en las que llegó a lograr el tercer puesto a nivel nacional en la American Endurance Race Conference en 1975.
“Competir ese tipo de pruebas me permitía unir mi amor por los caballos con la sensación agradable de estar activa durante largos periodos de tiempo” afirma Dexter, que una vez que dejó de cabalgar con Aladin, su caballo favorito, comenzó a correr por los mismos caminos por los que entraba con él.
Conoció el triatlón en 1983 y le sedujo de tal forma que ese mismo año compitió por primera vez en este deporte logrando ya ser tercera clasificada femenina. Es cierto que en aquel momento la participación era escasa, pero eso mismo todavía le da más valor a que formase parte de aquel reducido grupo de mujeres que se atrevían con el triatlón.
Ya desde el comienzo sabía de la existencia de esa competición mítica en Kona, el IRONMAN de Hawai’i, si bien pensaba que nunca sería capaz de prepararla. Pero Dexter, siempre competitiva, se centro en mejorar su natación y su ciclismo y gracias a ello tomó parte en su primer 70.3 (la mitad de la distancia del IRONMAN). Nada más finalizar aquella competición pensó: sé que puedo clasificarme para Kona.
En aquel momento, a sus 45 años, se concentró en ese sueño y puso toda su energía en lograrlo. Y así, en 1993, planificando el IRONMAN de Canadá logró la primera plaza en su grupo de edad y con ello, su primera clasificación para Hawai’i. Sueño conquistado.
Ilusionada con su deporte siguió compitiendo en él hasta 1995, momento en el que se trasladó a Coeur d’Alene. En ese instante de su vida se centró en las carreras de ultrafondo hasta el 2010 ya que no podía dedicarle tiempo suficiente a la natación y el ciclismo, pero Dexter necesitaba seguir activa, necesitaba continuar llenando cada día con nuevos retos.
Pero el IRONMAN la iba siguiendo y en el 2010 llegó a su ciudad, momento que ella aprovechó para participar… como voluntaria. Ese momento supuso un instante de inspiración que la volvió a mover a preparar el IRONMAN y clasificarse para Kona, algo que consiguió en su casa, en Coeur d’Alene, al clasificarse en primer lugar en su grupo de edad (65-69 años) en el 2012.
Desde entonces su lista de medallas aumenta en cada participación en distancia 70.3 o en el IRONMAN. Ejemplo de ello es la temporada que en este momento estamos planificando, en la que Dexter tomará la salida en el Campeonato del Mundo de IRONMAN 70.3 (en Sudáfrica) y en su sexta participación en Kona.
Su ejemplo ha supuesto que incluso distintas marcas quieran patrocinarla como abanderada de lo que una persona activa y con ilusiones puede llegar a conseguir. Asea es uno de sus patrocinadores principales y a ella asocian su mensaje relacionado con la salud y una prolongada juventud.
Gracias a su rendimiento en el 2017 fue galardonada como primera clasificada a nivel mundial en el All World Athlete en su grupo de edad. Y para que esa gran noticia fuese conocida en Estados Unidos, Dexter fue entrevistada nada más regresar de su IRONMAN en Cozumel. A buen seguro, millones de personas viendo su reportaje se debieron de sentir inspiradas a seguir los pasos de esta joven de 72 años, llena de energía y de metas por conquistar.